domingo, 11 de octubre de 2009

Alí somos todas




Alí Dessiré Cuevas Castrejón, estudiante de Letras Clásicas de la UNAM, poeta, feminista que formaba parte de una colectiva, estaba comprometida con todas las causas por un mundo más justo. Nació el 19 de septiembre de 1985, estaba por titularse y contaba en su haber con varios poemas publicados. Acababa de cumplir 24 años la mañana del 20 de septiembre pasado cuando, Osvaldo Morgan Colón, el hombre que supuestamente la amaba, quien fue su novio durante casi un año, le asestó 25 puñaladas en su cuerpo, y luego intentó suicidarse. Los testigos presenciales, quienes estaban aún en casa del asesino después de la fiesta de cumpleaños, llamaron a la ambulancia primero y a la policía después.

En este momento, el feminicida se encuentra en el Reclusorio Norte, donde se le dictará sentencia. Antes de que la policía llegara al lugar de los hechos, las y los reporteros gráficos de los diarios sensacionalistas arribaron con cámaras y tomaron fotos de los cuerpos, así como de los testigos presenciales, fotografías que fueron publicadas con notas inventadas por esos reporteros. Estas y estos reporteros gráficos obtuvieron la nota del día y pasaron por encima de la dignidad de Alí Cuevas a quien criminalizaron de haber iniciado una pelea. Por supuesto, los dichos de esos diarios amarillistas son sólo mentiras. Una vez más, ante el feminicidio, la criminalización de la víctima.

La manera en que Alí Cuevas murió es un feminicidio más y muestra cómo ninguna está fuera de peligro, ninguna sabe si el enemigo está en casa. El feminicidio es el asesinato de mujeres por el simple hecho de ser mujer. La violencia ejercida contra las mujeres forma parte de un hecho social y político de enorme impacto y trascendencia, no sólo en México, sino en el mundo entero, como parte de la educación sexista contra las mujeres, y que tiene incidencia también en el abuso a niñas y niños.

Al menos tres mujeres son asesinadas diariamente en el Estado de México, Veracruz, Chiapas, Guerrero, el DF, Chihuahua, Oaxaca, Sonora, Baja California y Morelos, respectivamente. Fuentes no oficiales indican que en los últimos 10 años han sido asesinadas por lo menos 10 mil mujeres en todo el país, muchas de ellas a manos de su pareja. Según datos del Servicio Médico Forense, del año 2004 al 2009 el Distrito Federal saltó del lugar séptimo al primero en el número de asesinatos de mujeres.
El feminicidio no debe quedarse sólo en cifras. Debemos denunciarlo como parte de una política de control contra las mujeres. La violencia contra las mujeres es una forma de control social. Además, la crisis económica y la inestabilidad política desatan la violencia y las principales víctimas son las mujeres.

Queremos que la memoria de Alí Cuevas no sea sólo una cifra, como no lo deben ser los asesinatos de mujeres. Queremos que la memoria de Alí Cuevas no sea una nota más de la prensa sensacionalista, como no lo deben ser los asesinatos de mujeres. Ni cifra, ni nota amarillista. El feminicidio es un asunto político y social.

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